En 2001, Claudy Jongstra estableció su estudio en una zona rural del norte de los Países Bajos, donde inició un ambicioso experimento ecológico en el paisaje local. La base de sus obras, la lana, proviene de su propio rebaño de ovejas Drenthe Heath, una raza rara e indígena (la más antigua del norte de Europa). En su jardín botánico especializado en tintes, las flores y plantas no solo proporcionan pigmentos naturales, sino que también combaten la pérdida de biodiversidad en la región. Esta cadena completamente sostenible culmina en sus obras de arte.

A medida que la práctica artística de Jongstra se expande, también lo hace su impacto en la región. Colaborando con granjas locales, escuelas y programas sociales, y basándose en un profundo respeto por las narrativas entrelazadas de las personas, la tierra y el conocimiento tácito, Jongstra reimagina y revitaliza activamente el paisaje local, pasando de una producción monocultivo a un modelo más diverso, inclusivo y ecológicamente justo.

La obra de Jongstra, que a menudo se instala en grandes espacios públicos, forma parte de colecciones privadas y corporativas, así como de diversos museos e instituciones internacionales como el MoMA de Nueva York y San Francisco, el Mingei International Museum de San Diego, el Victoria & Albert Museum de Londres, el museo De Lakenhal en Leiden y el Stedelijk Museum de Ámsterdam.