Solo Show: Montse Valdés

Inauguración el 8 de febrero a las 6:30 PM en Carrer de la Palla 10, Barcelona. En exhibición hasta el 7 de marzo.

 

Todos somos luz

Montse Valdés ha estado pintando el interior del ser humano durante casi 40 años. La tesis básica, la génesis de toda su obra, es que nacemos buenos. Con esta premisa, Valdés construye su universo, sus reglas cósmicas y su orden. Si muchos teóricos del arte consideran la belleza estética como la demostración de un orden (divino o no) en el Universo, Valdés va más allá y detalla la verdad en esto, pero fundamenta esta belleza en el interior: incluso el mal existente conserva la bondad original, es decir, la luz de las estrellas supera la oscuridad del espacio. Todos somos luz.

Valdés busca capturar este instante: el momento preciso en que la persona está en paz. A través de la experiencia de desarrollar su técnica durante cinco años en París (perfeccionando la representación de manos, de cuerpos) y su posterior exploración del alma (especialmente durante su experiencia asiática), el arte de Valdés ha logrado la técnica de retratar almas. En su obra, reina la autenticidad, la contundencia y la profundidad de lo que es un alma desnuda y vulnerable, sorprendida in fraganti en el vestuario. ¿Y qué encontramos allí? Sorpresa: lo mejor del ser humano.

Para producir estas obras, Valdés también necesita encontrar su momento de serenidad y equilibrio, hasta el punto de que en los últimos años incluso ha podido trabajar sin modelos vivos. Valdés actúa como interlocutora entre lo físico y lo espiritual, y de ahí surgen colores (verdes, amarillos, azules, algún rojo…) que creemos que no vemos o no son reales, pero están allí. Y aparecen cuando lo mejor de la persona emerge a la superficie, como auras cromáticas que, más que coronarnos, nos envuelven.

Las pinturas al óleo de Valdés y sus obras utilizando diversos materiales nos acercan a nuestra inocencia, a la parte genuina e incorrupta de nosotros, que es nuestra versión auténtica. Incluso prescinde de cualquier accesorio, adorno o distracción material. ¿El color de la piel? ¿Qué es eso? ¿Qué es la piel cuando somos capaces de localizar colores emocionales, místicos, simbólicos, que en lugar de hacernos mágicos, nos humanizan? El desequilibrio existe, pero nuestra esencia está equilibrada como el yin y el yang, limpia y virginal, incluso casi asexual, despojada de todo ego y rasgos de personalidad, como varias de sus figuras. Con Montse Valdés, todo tiene una razón, porque todo, absolutamente todo, tiene un orden.

Valdés nos dice, con una voz serena, que el verdadero desnudo está bajo la piel. Y que un retrato suyo, incluso una mirada, es un desnudo. El silencio es un desnudo. Quizás nosotros somos el verdadero desnudo representado en su obra, y es ella quien nos mira.